martes, 15 de marzo de 2016

Domingo de Pasión.

          A falta de pocos días para que comience nuestra Semana Santa, les mostrábamos el otro día como todo iba tomando forma. Pues el pasado fin de semana vivimos la jornada del Domingo de Pasión, que servía para constatar esa metamorfosis de nuestra ciudad. Una Sevilla que, como cada año cuando llega la primavera, se convierte en el Jerusalén sevillano, a nuestra forma y avisados por supuesto por el azahar floreciente en los naranjos de las perfumadas calles.

Traslado.


Como observamos, "los fanstasmas" de La Amargura no son los únicos, ya que ahí estaban los del misterio de la Sagrada Entrada en busca del Salvador. Una iglesia, que aguardaba su llegada con numerosa afluencia de público y donde encontramos estampas como las que vemos a continuación.

Pasión.



La Virgen del Socorro, único paso montado de la cofradía del Amor.

Bonito ambiente se vivía en las calles en una jornada marcada por un sol que brillaba con fuerza. Un domingo de pregón, que se exponía con éxito en el Teatro de la Maestranza, mientras varias hermandades aún celebraban sus cultos y en diversas parroquias se formaban largas colas de espera para poder entrar.


La Hermandad de San Esteban ya lucía así,  a falta del
traslado del Señor.




La gente aguarda con ansiedad la llegada de la Semana Santa y eso se notaba en el numeroso público que transitaba por todas las zonas del centro.

El siempre impresionante palio de la Virgen de Loreto.

También se podía ver ya a la Virgen de la Amargura.

Misma imagen que en el Salvador, pero con La Lanzada
en San  Martín.

Tras degustar algún plato cuaresmal y alguna torrija, la tarde continuaba con más cultos cofrades y la misma cantidad de público. Las tardes ya son más largas y eso contribuía, ya que como saben este año el cambio de horario se produce en la madrugada del Domingo de Resurreción.

Vía Crucis de Ntro. Padre Jesús Despojado y su posterior traslado al paso.

Solemnidad en Los Estudiantes.

Disfruten porque cada vez falta menos para verlos por las calles de nuestra ciudad, siempre y cuando ellos quieran.

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