"Annuntio vobis gaudium magnum:
habemus papam! Eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Dominum Sanctae
Romanae Ecclesiae Cardinalem Jorge Mario Bergoglio, qui sibi Nnomen impossuit
Francescus I"
Con estas palabras anunciaba el Cardenal
Protodiácono Jean-Louis Tauran al mundo, el nombre del recién elegido Cardenal
Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI en la misión petrina. La multitud
congregada en la barroca Plaza de San Pedro reaccionó al principio con un
"¡No!", pero en seguida los gritos se tornaron en "¡Francesco,
Francesco!".
A las 19:07 de la tarde, la pequeña
chimenea de la Capilla Sixtina comenzaba a expulsar un humo grisáceo que se
convirtió en fumata blanca en cuestión de segundos. Una intensa humareda
blanquecina inundaba las tejas de la magnífica capilla y todas las campanas de
las iglesias de todo el mundo comenzaban a repicar. Los 115 cardenales del
Cónclave habían elegido al Cardenal que sucedería a Ratzinger tras la quinta
votación y no era Angelo Scola, favorito de las quinielas. La Iglesia Católica
ya tenía Papa.
Al cabo de una hora y pocos minutos, tras
el anuncio del cardenal Tauran, hacía su aparición en el balcón de la Logia de
San Pedro el nuevo Pontífice con un semblante sonriente, sereno, tranquilo y
una posición firme y seria, ataviado con sotana blanca y esclavina del mismo
color, sin estola y luciendo una cruz de madera. Era Jorge Mario Bergoglio,
arzobispo de Buenos Aires, quien había escogido el nombre de Francisco I.
En sus primeras palabras hemos podido
captar su jovialidad, pues, bromeando, decía que Roma tenía un nuevo obispo:
"Mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Os
agradezco la acogida". También ha querido recordar a Benedicto XVI ,
obispo emérito de Roma, al exhortar a los allí presente para que "Recemos
juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie. Padre
Nuestro…"
El Papa Francisco I explicó que
"comenzamos un camino de fraternidad, de amor, de confianza."
Posteriormente dejó entrever la humildad que le caracteriza al comentar que
"Antes de dar la bendición os pido un favor, que pidáis al Señor la bendición
para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra por mí" Así fue
como Francisco I impartió la bendición Urbi et Orbi que confería indulgencia
plenaria.
Finalmente, Bergoglio se retiraba
deseando "Buenas noches y buen descanso".
Referencia biográfica de Jorge Mario
Bergoglio
Bergoglio nació el 17 de diciembre de
1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina, hijo de un
trabajador ferroviario de origen piamontés y de una ama de casa. Asistió a la
escuela pública de donde regresó como técnico químico y a los 22 años se une a
la Compañía de Jesús.
El 22 de abril de 1973 hizo su profesión
perpetua, año en el que fue designado responsable nacional de los jesuitas
argentinos, cargo que desempeña durante seis años.
El Beato Juan Pablo II lo nombró obispo
titular de Auca y Auxiliar de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992 y es nombrado
Cardenal en febrero de 2001, año en el que recibe definitivamente la
Archidiócesis de Buenos Aires.
Ha sido miembro de las Congregaciones para
el Culto Divino y la Disciplina de Sacramentos, para el clero, para los
Institutos de Vida Consagrada y la Sociedad de Vida Apostólica. Es también
miembro del Pontificio Consejo para la Familia y de la Pontificia Comisión para
América Latina.
Pudo ser el sucesor de Juan Pablo II,
pues durante el Cónclave de 2005, se convirtió en el rival de Ratzinger, sin
embargo, expresó a los Cardenales que no siguieran votando por él. Es la
primera vez que un no europeo consigue ocupar el sillón de San Pedro, en esta
ocasión, un latinoamericano. También supone ser el primer jesuita que logra
este hecho.
Reacciones
Las redes sociales, en especial Twitter,
han sido un hervidero de comentarios acerca de la elección del Papa. Tal es así
que hasta ocho de los diez trending topics nacionales hacían referencia a esta
noticia. La primera reacción de los católicos ha sido de agrado y aceptación
ante la elección. La gran mayoría coincide en que, con Francisco I, se puede
iniciar un período de cambios, de progresos y de modernización en la Iglesia.
También destacan su calma, su cercanía, su humildad, etc.
No han tardado los internautas en
resaltar datos como que se desplaza por Buenos Aires en metro o andando,
rechazando así a un coche oficial, o sus duras críticas a aquellos gobernantes
que no luchaban contra la pobreza.
También destacan su cercanía con los
pobres de Buenos Aires, siendo frecuentes sus visitas a los barrios más
marginales de la capital argentina. Por este motivo, muchos hablan ya de que
Francisco I puede recibir el sobrenombre de "Papa de los Pobres".
Otros prefieren comentar que es el
momento de llevar a cabo una nueva Evangelización en América, que tantas
vocaciones aporta a la Iglesia.
Cabe señalar que su primer gran acto como
Papa será las Jornadas Mundiales de la Juventud de Río de Janeiro, que se
celebrarán durante este mismo verano.
Bergoglio trae consigo un halo de sosiego
y paz, de cercanía y sencillez, de humildad y austeridad jesuita. La Cátedra de
San Pedro ya está ocupada y tiene acento argentino y sabor a salsa gaucha, algo
rompedor, señal de que "algo nuevo está brotando" como dice el
profeta Isaías.
A nosotros, como católicos, sólo nos
queda rezar mucho por él, para que el Espíritu Santo lo acompañe durante su
pontificado, y seguir trabajando las míes que nos dé abundante fruto, porque
somos nosotros, al fin y al cabo, los obreros del Reino de Dios.
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