miércoles, 20 de marzo de 2013

Reflexión de un rancio sevillano

         Hoy me siento detrás de mi ordenador para reflexionar mediante la escritura, y buscar una respuesta,  mientras me pregunto hacia donde vamos, hacia donde va el mundo cofrade y su gente. Si echamos la mirada hacia atrás, la Semana Santa de finales del siglo XX, hace menos de 15 años, es incomparable en muchos aspectos a la actual. Antes, los niños se agolpaban en el cortejo de nazarenos, pidiendo cera y caramelos, actualmente, los nazarenos dan estampas y medallas, siendo este, uno de los cambios menos significativos, pero echando por tierra aquella frase que me cantaban mis padres "Nazareno dame un caramelo".

Recuerdo aquellos días de vísperas, esos días que en ocasiones, disfrutábamos más que la propia Semana Mayor. Y aquellos pregones, ¡oh!, había pregoneros que hacían todo lo posible por pegarnos un pellizco del corazón y que conseguían ponernos los vellos como escarpias. Ahora, nos podemos dar con un canto en los dientes por tener "un pregón divertido y entretenido". Me gustaría aprovechar para felicitar desde este medio al pregonero de este año, Francisco Javier Segura, porque su pregón ha gustado generalmente a todo los cofrades y ha fomentado el interés del sevillano de a pie por el Pregón de la Semana Santa de Sevilla.

El mundo de las cofradías ha sufrido y está sufriendo constantemente una evolución para adaptarse al siglo XXI, pero, ¿que hay de la tradición? ¿la estamos respetando?, posiblemente la respuesta mas común a esta pregunta es que la tradición también está evolucionando. El costalero, es una figura que nace de los cargadores del muelle, que cargaban los pasos para conseguir un jornal extra que llevar a casa. Hoy día, el costalero cuida mucho su estética, costumbre muy extraña, porque el costalero no se ve ya que está debajo del paso.

En décadas anteriores, las marchas que interpretaban las bandas de música, eran autenticas obras de arte, ahora, estas mismas bandas tocan marchas resultantes de bandas sonoras de películas romanas fusionadas con temas principales de dibujos japoneses. Antes las bandas llegaban a la puerta de las iglesias y se hacían notar con redobles de tambor, ahora entran en las plazas interpretando adaptaciones florclóricas que tiene mas que ver con la Feria de Abril, que con la Semana Santa.


Me gustaría que nadie se tomase este texto como una critica, solo me preocupa que este cambio que estamos sufriendo se nos vaya de las mano, y que la herencia que le vamos a dejar a nuestros hijos, no sea tan pura como la que recogimos de nuestros mayores. No nos podemos olvidar de cual es el fin de todo esto, rezar con nuestros hermanos a nuestros Titulares, acompañarles a la Santa Iglesia Catedral y recordar la Pasión y Muerte de Ntro. Señor Jesucristo. Para terminar, desearos a todos una muy buena estación de penitencia, y una muy buena Semana Santa, que disfrutéis de cada momento, de cada paso que dais, de cada sonido que escucháis y cada olor que desprende esta semana que a un servidor enamora año a año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario